De acuerdo con herodoto, el pueblo lidio fue el primero en
introducir el uso de monedas de oro y plata, y también el
primero en establecer tiendas de cambio en locales permanentes. Se cree que
fueron los primeros en acuñar monedas estampadas, durante el reinado
de Giges, en la segunda mitad del siglo VII a. C. Otros
numismáticos remontan la acuñación a Ardis II. La primera moneda fue hecha
de electro (aleación de oro y plata), con un peso de 4,76
gramos, para poder pagar a las tropas de un modo regulado. El motivo del
estampado era la cabeza de un león, el símbolo de la realeza. El estándar lidio
eran 14,1 gramos de electrón, y era la paga de un soldado por un
mes de servicio; a esta medida se le llamó estratega.
Fue necesaria una evolución en la cual los estados emitían billetes
y monedas, que daban derecho a su portador a intercambiarlos por oro o plata de
las reservas del país. La evolución del respaldo del papel moneda es
el siguiente:
·
En los siglos XVIII y XIX, muchos países tenían un patrón de dos
metales, basado en oro y plata.
·
Entre 1870 y la Primer Guerra Mundial se adoptó principalmente
el Patrón oro, de forma que cualquier ciudadano podría transformar el
papel moneda en una cantidad de oro equivalente.
·
En el periodo entre guerras mundiales se trató de volver
al patrón oro, si bien la situación económica y la crisis
o crack del 29 terminó con la convertibilidad de los billetes en
oro para particulares.
·
Al finalizar la segunda guerra mundial, los aliados establecieron un
nuevo sistema financiero en los acuerdos de Bretton Woods, en los cuales
se establecía que todas las divisas serían convertibles en dólares
estadounidenses y sólo el dólar estadounidense sería convertible en lingotes de
oro a razón de 35 dólares por onza para los gobiernos extranjeros.
·
En 1971, las políticas fiscales expansivas de los EE.UU., motivadas
fundamentalmente por el gasto bélico de Vietnam, provocaron la abundancia de
dólares, planteándose dudas acerca de su convertibilidad en oro. Esto hizo que
los bancos centrales europeos intentasen convertir sus reservas de dólares en
oro, creando una situación insostenible para los EE.UU. Ante ello, en diciembre
de 1971, el presidente de EE.UU., Richard Nixon, suspendió unilateralmente la
convertibilidad del dólar en oro para el público y devaluó el dólar un 10%. En
1973, el dólar se vuelve a devaluar otro 10 %, hasta que, finalmente, se
termina con la convertibilidad del dólar en oro también para los gobiernos y
bancos centrales extranjeros.
·
Desde 1973 hasta nuestros días, el dinero que hoy usamos tiene un valor
que está en la creencia subjetiva de que será aceptado por los demás habitantes
de un país, o zona económica, como forma de intercambio. Las autoridades
monetarias y Bancos Centrales no pretenden defender ningún nivel particular de
tipo de cambio, pero intervienen en los mercados de divisas para suavizar las
fluctuaciones especulativas de corto plazo, con el objetivo de mantener a corto
plazo la estabilidad de precios, y evitar situaciones como
la hiperinflación, que hacen que el valor de ese dinero se destruya, al
desaparecer la confianza en el mismo, o como la deflación.
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